Tras un año de pandemia y números estudios realizados, se ha demostrado que la Covid-19 deja importantes secuelas o síndromes. Uno de los que prevalece en pacientes hospitalizados por Covid-19 y dura hasta seis meses posteriores, es la disfagia orofaríngea y la desnutrición, así lo revela un estudio realizado por Nutricia y el Hospital de Mataró.

La disfagia orofaríngea es un trastorno reconocido por la Organización Mundial de la Salud y quienes lo padecen sufren dificultades para trasladar de manera segura y eficaz el bolo alimenticio desde la boca hasta el esófago.

De hecho, la disfagia provoca desnutrición, pérdida de masa muscula y peso, sarcopenia, deshidratación y sobreinfección respiratoria bacteriana.

La investigación – dirigida por el doctor Pere Clavé, director de la Investigación del Hospital de Mataró y Coordinador del Área 2 del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Hepáticas y Digestivas, y presidente Fundador de la Sociedad Europea de Trastornos de Deglución – publicada en la revista Clinical Nutrition, que ha evaluado el síndrome, su cribado y su evolución en los pacientes con Covid -19 hospitalizados, destacan que los síntomas, que ya eran visibles en el momento de la preadmisión, también lo fueron en el ingreso, el alta y hasta tres y seis meses después.

Los datos de la investigación, llevada a cabo en 200 pacientes, también destacaron que estos necesitaron hasta seis meses para recuperar su peso, mientras que la disfagia orofaríngea (DO) persistió en hasta el 23 % de pacientes en los seis meses que duró el seguimiento.

“La prevalencia de disfagia y desnutrición en pacientes hospitalizados en plantas Covid-19 en el Hospital de Mataró durante la primera ola de la pandemia fue muy alta. Nuestros resultados sugieren que la optimización del manejo de la desnutrición podría acortar el período de hospitalización, y que optimizar el manejo de la disfagia orofaríngea mejoraría el estado nutricional de los pacientes con Covid-19 y también mejoraría sus resultados clínicos y su supervivencia después del alta hospitalaria”, explicaba el Pere Clavé.

Quién además destacaba que “en este sentido, recomendamos una estrategia de cribado sistemático de la disfagia y desnutrición en el momento del ingreso hospitalario de cualquier paciente Covid-19. El manejo simultáneo de las dos afecciones debe ser proactivo, agresivo y precoz, desde la llegada del paciente a la sala de urgencias”.

Y es que, tal y como recogía la investigación, en el momento de los ingresos, la presencia de disfagia en los pacientes fue del 51,7% (44,1% deterioro de la seguridad de la deglución) mientras que el 45,5% desarrolló desnutrición con una pérdida de peso media de 10,1 ±5,0 kg durante la hospitalización.

Tal y como señala el estudio existe un alto porcentaje de coinfección bacteriana y neumonía por aspiración en un 16,3%los pacientes Covid-19.

Es por todo ello, que los investigadores piden que la disfagia orofaríngea y la desnutrición se considere como síndrome post COVID 19.

Fuente: Revista Clinical Nutrition