En un país donde conviven dos sistemas de Sanidad, público y privado, donde ha predominado el sistema Público Universal para hacer frente a la pandemia, han quedado en un segundo plano las infraestructuras privadas, que han prestado sus centros hospitalarios debido a la alta demanda y para evitar el colapso.

Con esto, y pese a que cabía esperar lo contrario, la atención prestada a las aseguradoras por parte de los seguros de salud han caído sustancialmente en esta etapa, siendo, la primera mitad del año y según el histórico los meses que acumulan el 54% de las prestaciones sanitarias y del coste de los mismos.

La clínicas privadas tras el coronavirus

Así, y con la irrupción del Covid-19 el escenario ha cambiado ya que desde el 11 de marzo el acceso a la Medicina Privada se ha visto alterado por varios motivos:

• Cierre de consultas y Centros Médicos
• Disminución de la actividad en Centros Diagnósticos
• Disminución y alteración de los procesos y tratamientos a los que la gente estaba acudiendo
• Aplazamiento de toda la actividad quirúrgica que fuera programada no urgente
• Temor de los ciudadanos a acudir a consultas en centros y/u hospitales por un posible contagio

Aunque gracias al dinamismo del sector que ha liderado la asistencia sanitaria digital y al confinamiento el servicio ha aumentado exponencialmente en ningún caso la falta de actividad presencial se ha visto compensada, llegando a niveles parecidos a los que existen en agosto.

Los asegurados que han padecido de Covid-19 han podido ser atendidos por la Sanidad Pública o por su seguro privado, ya que desde la patronal de Aseguradoras UNESP se comprometieron a prestar este servicio y desde que se decretó el estado de alarma, asumiendo el Ministerio de Sanidad dirigido por Salvador Illa el control del sistema, derivando a los pacientes de la estructura pública a centros privados, en caso de necesidad.

De este modo, la incidencia en las carteras de las prestaciones de las aseguradoras privadas no se han visto demasiado afectadas por el virus. No así los funcionarios acogidos a programas como MUFACE, ISFAS o MUGEJU que, independientemente de donde hayan sido atendidos tendrán que asumir los costes correspondientes.

En estos meses en los que la actividad sanitaria es, por norma general alta, las Aseguradoras, debido al confinamiento, han visto reducida su actividad, por lo que los servicios no prestado aflorará una vez comience la desescalada. Así se ha constatado una caída lógica en la actividad privada no urgente en los meses comprendidos entre marzo y mayo, meses con alta siniestralidad en el global del año, dónde se concentra el 40% de esos siniestros, que no son de carácter urgente y que no se replicarán en el futuro, mientras que el resto se aplaza pero no desaparecen, por lo que, durante los meses d e verano la actividad será mayor.

Una caída que no es tan significativa como cabía esperar a priori ya que los servicios que no se han prestado ni se prestarán son de una complejidad baja cuyo impacto en costes globales es menor a los actos que se han aplazado pero no desaparecido. 

El impacto final en la cuenta de resultados de la mayoría de Aseguradoras no supondrá variaciones a favor mayores de 3 puntos excepto en Aseguradoras con cobertura a funcionarios que verán comprometida su rentabilidad con un empeoramiento de unos 2 puntos.

Unos datos que obligan a que los departamentos actuariales de las Aseguradoras deberán modificar su método de cálculo porque las series históricas no servirán al verse alterada la estacionalidad de las prestaciones, su comportamiento y el coste medio por mes de siniestro. Sin embargo, los incrementos de primas propuestos para el ejercicio 2021 pueden verse comprometidos no ajustándose a la realidad final del ejercicio, lo que puede afectar tanto a los resultados de este año como del siguiente.

En este aspecto el cálculo de la provisión de prestaciones a final de año, si se usan series históricas, deberán ser re-estudiadas ya que pueden modificar, por su volumen, el resultado del ramo sustancialmente. 

Fuente: C&T Asociados