Existe una proteína para reparar las fracturas

Mar 23, 2021

Identifican una proteína celular que ayuda a la formación de grasa y de hueso en células madre seleccionadas que favorece la formación de hueso.
La proteína “WISP-1” podría ser de ayuda para reparar fracturas, acelerar la recuperación en cirugías y evitar pérdida ósea debido a diferentes razones como lesiones, envejecimiento o trastornos, según experimentos realizados en la Johns Hopkins Medicine de Estados Unidos con animales y células humanas.

Los huesos, según explica el autor principal del estudio, Aaron James, tienen un número limitado de células madre. En el caso de poder “persuadir a estas células hacia un destino de células óseas y alejarnos de la grasa, sería un avance en nuestra capacidad de promover la salud y la curación de los huesos”, asegura.

Las células madre tienen la capacidad de desarrollarse en una variedad de tipos de células que incluye la formación de tejidos vivos, como es el caso de los huesos.

Durante mucho tiempo los científicos, a través de diversos estudios, han buscado la forma de manipular el crecimiento y la ruta de desarrollo de estas células. Tras estas investigaciones demostraron que un tipo particular de células madre, las perivasculares, tenían la capacidad de convertirse en hueso o grasa. Numerosos estudios se han centrado en avanzar en la comprensión de qué proteínas de señalización impulsan este cambio de desarrollo.

Así James, basándose en sus estudios anteriores, sabe que “WISP-1” es la clave a seguir en la dirección de las células madre.

Sus nuevos estudios, publicados en Scientific Reports apuntan que desarrollaron células madre modificadas genéticamente de pacientes para bloquear la producción de “WISP-1”. Al observar la actividad de los genes en las células que carecían de esta proteína observaron que la formación de grasa se activaba en entre un 50 y un 200% frente a las que contenían niveles normales de “WISP-1”.

Tras ello, el equipo diseñó las células madre del tejido graso humano para producir más de este tipo de proteína, descubriendo tres genes que controlan la formación ósea, volviéndose dos veces más activo que en las células de control, y los genes que controlan la grasa, como el receptor gamma activado por el proliferador de peroxisomas disminuyó en actividad a favor de los “genes óseos” en un 42%.

Con estos datos, el equipo de investigadores diseñó un experimento con la proteína “WISP-1” probando que podría utilizarse para mejorar la recuperación ósea en ratas. Dichos animales fueron sometidos a una fusión espinal, una intervención que se realiza a humanos para aliviar el dolor o restaurar la estabilidad conectando dos vértebras con una barra metálica para que crezcan en un único hueso.

Un procedimiento que como detalla Aaron James “requiere una cantidad masiva de nuevas células óseas. Si pudiéramos dirigir la creación de células óseas en el lugar de la fusión, podríamos ayudar a los pacientes a recuperarse más rápidamente y reducir el riesgo de complicaciones”.

Además de imitar la cirugía en ratas, en el experimento inyectaron, entre los huesos espinales fusionados, células madre humanas con “WISP-1”. Tras cuatro semanas de observación y estudio, el tejido espinal de las ratas contaba con niveles altos continuos de la proteína. También se observó la formación de hueso nuevo, con una fusión exitosa de las vértebras. Por su parte, en las ratas no tratadas con células madre que producen “WISP-1” no se mostró ninguna fusión ósea exitosa durante el tiempo de observación.

Fuente: Scientific Reports

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Doctor Dixit

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