Como consecuencia de la declaración del estado de alarma los centros médicos han visto reducida la facturación a pacientes asegurados por compañías un 72%. Han perdido en torno al 85% de sus ingresos totales desde el comienzo de la crisis sanitaria. El sector sanitario privado factura anualmente 36.000 millones de euros.

El sector sanitario privado factura anualmente 36.000 millones de euros.

Por este motivo ven necesario establecer un plan de liquidez urgente para los centros que deben seguir atendiendo sus pagos corrientes durante el mes de abril y mientras siga restringida la apertura de los mismos.

Los hospitales y centros médicos privados que hasta ahora atendían al menos el 70% de la siniestralidad de las aseguradoras, al dejar de hacerlo, dejan de percibir los pagos de las compañías.

Según ASPE (Alianza de la Sanidad Privada Española) son los hospitales (el 80% ha tratado enfermos por coronavirus) los que más se han visto afectados poniendo a disposición del Ministerio de Sanidad un total de 143.300 camas y 266.728 profesionales. Los centros médicos (en la medida de su estructura y equipamiento) también han contribuido en la gestión de la crisis sanitaria.

Por eso Carlos Rus, presidente de la patronal del sector, pide medidas urgentes al Gobierno, exención y aplazamiento de impuestos y cuotas, además de una línea de crédito de 4.500 millones de euros con carencia y costes mínimos para garantizar el funcionamiento de los centros, la compra de material y la contratación de profesionales durante la crisis sanitaria actual.