El déficit sanitario empuja a empresas a gestionar los servicios de miles de médicos en todo el mundo para garantizar sus derechos y una remuneración justa.

La falta de profesionales sanitarios, y la precariedad laboral, es un problema más que evidente, sobre todo desde la llegada del Covid, que necesita solucionarse, como se acordó el pasado mes de junio en la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS.

En Europa, es ya un hecho que la sanidad no representa una prioridad a pesar del papel tan importante que juegan los profesionales. Se estima que en muchos países europeos hasta 2023 solo entre el 0,62% al 8,4% del reforzarán la sanidad, lo que sitúa al sector a la cola de las políticas prioritarias de inversión.

Además, los despidos continúan y se pronóstica que en los casi dos años de pandemia se han podido destruir decenas de miles de puestos de trabajo entre los que se encuentran médicos y enfermeras contratadas en pleno momento de crisis Covid.

De hecho, en el sector de la enfermería, España cuenta con 5,9 enfermeros por cada 1.000 habitantes, lo que significa y pone en evidencia la precariedad que existe frente a otros países, según un último informe emitido por Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Por ello, y debido a la inestabilidad en la que se mueven los profesionales sanitarios, empresas como Prodie Santé, “defienden con fuerza los derechos de los profesionales de la salud en todo el mundo desde hace 23 años”. 

Gilles Campedel, CEO, señala que “es preciso y urgente redefinir el lugar que queremos otorgar a los médicos y enfermeros en nuestra sociedad” y también que “se trata de un tema de salud pública primordial en el que está en juego el futuro de la humanidad y de la salud pública a nivel mundial”.

Desde Prodie Santé, gestionan la intervención de miles de médicos y su despliegue en el mundo en función de las necesidades de cada país, asegurando, ante todo, los derechos de cada sanitario y una remuneración justa acorde a su trabajo.

Fuente: Prodie Santé y OCDE